Es difícil ponerse a escribir algo en este momento tan especial de mi vida,
un momento donde pareciera que el cuerpo no resiste mas de tanta emoción, nerviosismo, ansiedad, donde sin querer, de a ratos, alguna lágrima anuda la garganta, por la nostalgia de recordar que, no hace mucho tiempo atrás,
todo esto parecía un sueño, un sueño lejano, difícil de concretar,
lejano al tiempo y las circunstancias en que vivía, tan lejos que,
ahora me hace dar cuenta de que, en un abrir y cerrar de ojos,
estoy a punto de cumplirlo.
Y así, de una forma tan sencilla para algunos, tan complicada para otros,
el día esta cada vez mas cerca.
Y no es fácil reconocer que un paso tan grande a dar,
se le torna complicado a mi cabeza, ese duelo de lo que fui a lo que seré,
a lo que estoy siendo.
Pero la vida parece que premia a quienes han llorado pidiéndole a algún Dios, con fé, una persona que de verdad te quiera, te proteja,
esté con uno en los mejores y peores momentos…
y si hemos de andar en algunos caminos equivocados,
tarde o temprano, sin darnos cuenta, nos llevaron al mejor puerto,
nos dejaron en tierra firme.
Un 9 de febrero del año 2009, entre medio de barullo, ruido,
música de fondo a todo volumen… ¿Quién iba a pensar
que empezaría una historia que, queremos, no tenga final?
Pues… yo no lo creía, no lo pensaba ni lo imaginaba.
Encontré a esa persona llena de sentimientos, de pasión por amar,
de cariño para dar, de protección que brindar al cobijarme en sus brazos
cuando las noches de invierno en el corazón se tornaban crueles.
¿Quién diría?
Que ese ser esta a mi lado después de años, enamorándome a cada segundo,
a cada instante, regalándome su tiempo, con todo eso que soñaba cuando chico
Y si… quiero…
si, a estar a su lado cada día de su vida…
a respetarlo, sentirme respetado, amarle, cuidarlo.
Si, a llenarlo de caricias, de sentimientos.
Si, a enamorarlo una y otra vez.
Si, a sentir que a su lado,
la vida no es mas que un regalo de Dios.
Si, a ser aunque no sea, a estar aunque no esté.
Si, a extrañarlo teniéndolo tan cerca de mi.
Si, a sentirlo cerca aunque haya un mundo que nos separe.
Si, a verlo sonreír con alguna monería que le hago.
Si, a sonreír al verlo feliz y llorar con el cuando esté triste.
Si, a sentir que su nombre no solo esta en mi mano,
sino que a borbotones brote de mi cuerpo,
recorriendo mis venas, dando vueltas en mi cabeza,
estancado en el corazón.
Si, a emborracharme de su cariño,
a hacerle beber de mi amor.
Si, a que no termine jamás, jamás esta historia…
Si, a estar a su lado cuando me necesite,
cuando esté en ese mar de recuerdos
y necesite que le traiga a una orilla.
Si, a besarlo como dándole el último beso de nuestras vidas.
Si, a abrazarlo, como haciéndole saber que no corre peligro.
Si, a disfrutar con el cuando la vida nos de un regalo,
y vivirlo, sentirlo, sufrir y reír,
pelearla por nuestros ideales, darle su libertad.
Si, a quedarme en su alma, más que en un papel.
Si, a verlo dormir, como si fuera un sueño,
como ese sueño que siempre soñé.
Si, a hacer realidad la historia que de chico
me fui adornando en el alma…
Si, por un futuro juntos,
por una vida juntos,
por vos, por mi…
si… al amor.
Elio… sobran las palabras al decir que TE AMO!
Quiero que mi vida esté acompañada de la tuya.
Quiero reir y llorar de felicidad a tu lado.
Gracias por el amor que me das.
Gracias por darme vida, por serla.
© Juan Manuel Ramos